Hatshepsut

Hatshepsut era la hija única superviviente de Tutmosis I y su esposa principal, Ahmose.

La gran esposa real se había convertido, para temor del visir Ineni, en un peligroso oponente.

Tutmosis II tuvo un reinado muy breve, y murió en plena juventud cuando sus dos únicos hijos conocidos aún estaban en la primera infancia.

Una vez más, Ineni consiguió que la nobleza aceptara como único candidato factible a un hijo de Tutmosis II y de una simple concubina, que sería nombrado rey como Tutmosis III.

Dado que Tutmosis III era demasiado joven para gobernar, la gran esposa real de Tutmosis II asumió la regencia y pospuso indefinidamente el matrimonio entre el nuevo rey y su hija, la princesa real Neferura, única persona que podría legitimar su ascenso al poder absoluto.

Con unos aliados tan poderosos, Hatshepsut tenía ahora los medios y el apoyo suficientes para sorprender al mundo.

Estableció una insólita corregencia con su sobrino, aunque hubo un clarísimo predominio de la primera sobre el segundo, hasta tal extremo de colocarlo en un segundo plano impropio del papel futuro que tendría Tutmosis III en la historia.

Al menos no se vio así en su tiempo, pues de haber sido el caso, Hatshepsut habría eliminado con total facilidad a sus adversarios o se habría producido una guerra civil.

Hatshepsut no hubiera podido ni soñar siquiera acceder al trono de no contar con los apoyos que consiguió entre el clero del dios Amón en Tebas mientras era la esposa de Tutmosis II.

Y este valioso obsequio de la casta sacerdotal a la reina-faraón fue la célebre Teogamia.

En la Teogamia, Hatshepsut declara al pueblo egipcio que su verdadero padre no es Tutmosis I, sino el propio dios Amón, que con su sabia previsión visitó una noche a la gran esposa real Ahmose y la permitió concebir a la mujer que estaba sentada ahora en el trono de las Dos Tierras con el beneplácito del panteón entero.

Es necesario destacar que muy pocos faraones recurrieron a la Teogamia para validar su derecho al trono, y su estatus pasaba a ser poco menos que el de un dios vivo.

Uno de los misterios en dicho templo radica en un sector sellado como una caja en la pared en que se puede observar por un lado a Hatshepsut en actitud amatoria y a Senenmut en la otra cara, como receptor de la pose amatoria de la reina, lo que deduce un íntimo vínculo (prohibido por su linaje) entre el arquitecto y la reina-faraón.

Comandada por Nehesi, portador del sello real, la expedición fue tanto por tierra como por mar, y durante ella no solo se dedicó la delegación egipcia a comerciar, sino que también hizo un minucioso estudio de la fauna y la flora de Punt, así como de la organización política y social del lugar.

Aun así, es extraño que Hatshepsut pusiera tanto empeño en promocionar el viaje a Punt, un país que se conocía ya desde la época de las pirámides, y solo puede explicarse como una parte más de la intensa propaganda que distribuyó por el Dyeser-Dyeseru y por otros lugares del país con el único fin de legitimar su posición.

A favor de todo esto hay algunas pruebas, como que aparezcan en actitud ciertamente cariñosa Senenmut y Neferura, o un ostracón hallado en las cercanías del templo de Deir el-Bahari donde se ve a un faraón femenino teniendo relaciones sexuales con un hombre.

Actualmente parece haber quedado claro que, pese a llevar su nombre, Meritra Hatshepsut era en realidad hija de la dama Huy, una mujer muy influyente en la corte de entonces, y quizás aquel apelativo tuviese como destino halagar a la reina-faraón.

Así podría entenderse por qué cuando Tutmosis III comenzó a perseguir la memoria de su madrastra, su gran esposa real optase por llamarse simplemente Meritra.

Los golpes que sufrió Hatshepsut en torno al año 16 de su reinado fueron tan grandes que a partir de entonces la reina se retiró parcialmente del cargo y el otro rey, Tutmosis III, comenzó a tomar las riendas del gobierno.

Al parecer, la ambición de Hatshepsut era aún más grande y no estaba satisfecha con ser ella sola "faraón", sino que se proponía inaugurar una auténtica dinastía femenina de reyes, y por esa razón declaró "heredera" a su amada hija Neferura.

Años atrás no se sabía cómo murió exactamente, si fue muerte natural o durante un golpe de Estado liderado por su hijastro, Tutmosis III, que en esa época era virtualmente el único rey, pues Hatshepsut se había retirado de la lucha.

Según el National Geographic y el arqueólogo Zahi Hawass, la momia fue escaneada y se encontró que la reina había padecido en vida, de una avanzada osteoporosis y un cáncer maligno en la zona del abdomen que le pasó al hueso de la cadera; además había contraído un absceso séptico en su cavidad bucal que bien pudo provocar un shock septicémico como causa más probable de su muerte que un atentado a su vida.

Su tumba se encuentra en el Valle de los Reyes y está catalogada como KV20.

En el 2005 Zahi Hawass, director del Egyptian Mummy Project y secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades y su equipo, se enfocaron en una momia llamada KV60a, descubierta más de un siglo antes.

Después, los descubridores de la KV60 se limitaron a ordenar la muy desordenada tumba (según ellos, había muchísimos objetos diseminados por todo el suelo) y a depositar la momia en un ataúd nuevo de madera fabricado en El Cairo.

Mucho tiempo después, se comenzó a estudiar la identidad de cinco momias femeninas no identificadas.

Junto al hígado estaban los intestinos y un molar con una sola raíz; esta pieza fue la clave para su correcta identificación.

Inmediatamente se llamó a un odontólogo forense quien determinó que la raíz y la pieza dental hallada en los vasos canopos de Hatshepsut eran partes de la misma muela; ambas piezas coincidían perfectamente.

Basándose en este hallazgo, se determinó que la momia obesa era el cuerpo de Hatshepsut.

Tampoco falta su presencia en las novelas, que suelen pintarla como una bella y ambiciosa mujer que vivió una vida digna de ser recordada, junto a Tutmosis I, Tutmosis III o Senenmut, para algunos un faraón sin corona.

Familia de Hatshepsut: su padre Tutmosis I , su madre Ahmose , y su hermana mayor Nefrubity.
Karl Richard Lepsius (1810–1884).
Relieve proveniente de un obelisco en Karnak. La legitimación del trono por indicación divina: El dios Amón en posición sedente coronando al faraón Hatshepsut en imagen y atributos masculinos.
Hatshepsut, la primera mujer-faraón que se hizo esculpir como esfinge. Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
Capilla Roja de Hatshepsut— Karnak
Dyeser-Dyeseru, el templo de Hatshepsut en Deir el-Bahari .
Obelisco de Hatshepsut en el templo de Amón en Karnak . Henry A. Bacon, 1900.
Decoración del templo de Hatshepsut en Deir el-Bahari.
Tutmosis III, corregente y sucesor de Hatshepsut.
Momia de Hatshepsut