Curtido

Tradicionalmente se usaba tanino,[1]​ un compuesto químico ácido que evita la descomposición y a menudo da color, pero desde el siglo XX predomina el curtido al cromo.Tradicionalmente se usaba tanino, un compuesto químico ácido que evita la descomposición y a menudo da color, pero desde el siglo XX predomina el curtido al cromo.Una "salea" es una pieza de cuero salada y seca que seguirá el proceso del curtido.El pelo se elimina entonces usando una máquina y quitando los restos a mano con un cuchillo romo, proceso conocido como "labrado".[1]​ El proceso de curtido se efectúa lixiviando las pieles con cromo, tanino vegetal, alumbre, sales metálicas y formaldehído.Por otra parte, la solución vegetal para el curtido exige una gran cantidad de oxígeno bioquímico y su color es muy intenso.Las operaciones de acabado son: secar, revestir, sujetar con estacas, sembrar, pegar y lavar las pieles.En la antigüedad el curtido se consideraba una industria nociva y era relegada a las afueras de las ciudades, las zonas pobres.Luego remojaban las pieles en orina para ablandar el pelo o las dejaban pudrir durante varios meses, después de lo cual las bañaban en una solución salina.Dependiendo de la finalidad deseada, la piel puede ser encerada, enrollada, lubricada, inyectada con aceite, cortada, afeitada y, por supuesto, teñida.
Escultura del siglo XVI que representa los trabajos en una tenería. Iglesia de San Pantaleón en Troyes (Francia).
Curtiduría en Fez (Marruecos).