[1][a] El término tiene su origen en el apellido del político noruego Vidkun Quisling, líder en tiempos de guerra, quien estuvo a cargo de un régimen colaboracionista nazi local durante la Segunda Guerra Mundial.
Este intento resultó contraproducente, ya que el pueblo noruego se apropió inmediatamente del vocablo como un término con significado positivo.
Aurally it contrives to suggest something at once slippery and tortuous.
[b][8] El Daily Mail replicó la palabra cuatro días después de que The Times hubiera publicado su editorial.
[f][15] El vocablo entró posteriormente al léxico y se convirtió en blanco de caricaturistas políticos.
[19][20] Existe el verbo to quisle (acuñado a partir de la derivación regresiva del sustantivo quisling),[21][22][g] que dio lugar a la versión mucho menos común del sustantivo: quisler.
[21] A principios del siglo XXI, el término continuó teniendo vigencia, ya que lo usaron algunos escritores partidistas estadounidenses para describir al Presidente Donald Trump y sus socios con base en la idea de que Rusia había interferido en las elecciones presidenciales de 2016 en los Estados Unidos para favorecer a Trump.
[39] Por ejemplo, en una columna en el periódico The New York Times en el 2018, Paul Krugman se refirió a Trump como un quisling, al decir que este estaba serv[ing] the interests of foreign masters at his own country's expense [p] y defend[ing] Russia while attacking our closest allies.