Es un plato tradicional de Francia (concretamente Occitania) y España (Cataluña).
La sangre del animal primero se cuece y después se añade en el último momento, después de la picada, sacudiendo la cazuela para removerla y con cuidado para evitar que hierva.
La picada solo lo añaden los cocineros catalanes, como por ejemplo, Josep Lladonosa y Giró.
El término «civet» hace referencia a cive («cebolla tierna», un ingrediente usado en este estofado) que a su vez derivaría directamente del latín caepatum y no se usa en el francés actual (oignon).
Una civette (literalmente, «cive pequeña») sería según el CNRTL (Centro Nacional de Recursos Textuales y Lexicales) «un plato preparado con cebolla, ajo o cebollino».