En la cocina catalana, la picada es una salsa esencial y particular que consiste en diversos condimentos machacados en un mortero, que se agrega al final de la cocción de un guiso para aportar un sabor más rico.
Por lo tanto, no se considera una salsa para mojar como el alioli o el romesco, sino una salsa básica para sazonar y ligar recetas de todo tipo: carnes, pescados, arroces, legumbres, sopas, verduras, etc.
Por ejemplo, los ajos (crudos, fritos o escalivados) son a menudo considerados también un ingrediente base que raramente falta.
Identitat de la cuina catalana (2018), el chef catalán David Solé i Torné clasifica los ingredientes de una picada de la siguiente manera:[4] Históricamente, las picadas con almendras están presentes ya en los tratados medievales más antiguos que se encuentran, en los que ya constan como algo tan antiguo que no se conoce el origen [cita requerida].
Otras cocinas mediterráneas vecinas, como la occitana o la italiana, han desarrollado salsas que en esencia parten de bases similares, la más conocida es el pesto.