[2] Fue en Sciences Po donde se le ocurrió la idea de revivir los Juegos Olímpicos.
Coubertin comienza a divulgar sus métodos por toda Francia mediante la creación de sociedades atléticas en los institutos que se asocian en la Union des Sociétés Françaises de Sports Athlétiques.
Su padre, Carlos, era un acérrimo monárquico y un artista consumado cuyos cuadros se exponían y premiaban en el Salón parisino, al menos en los años en que no se ausentaba en protesta por la subida al poder de Luis Napoleón.
En sus memorias se describe como un momento crucial su decepción al conocer a Enrique, Conde de Chambord, a quien el mayor de los Coubertin creía el rey legítimo.
[4] El tema que parece haberle interesado más profundamente fue la educación, y su estudio se centró en particular en la educación física y el papel del deporte en la escolarización.
Coubertin atribuyó a estos métodos la expansión del poderío británico durante el siglo XIX y abogó por su uso en las instituciones francesas.
Desarrollado por primera vez por los antiguos griegos, era un enfoque de la educación que, en su opinión, el resto del mundo había olvidado y a cuyo resurgimiento iba a dedicar el resto de su vida.
Como historiador y pensador de la educación, Coubertin idealizaba la antigua Grecia.
Coubertin abogaba para que estos conceptos, esta triple unidad, se incorporaran a las escuelas.
[4] Por desgracia para Coubertin, sus esfuerzos por incorporar más educación física en las escuelas francesas fracasaron.
En Inglaterra, esta idea no es bien recibida y la opinión pública decide quedar al margen.
Grecia se opone, y su jefe de Gobierno, Tricoupis, quiso impedir su realización, pues aquel lío salía muy caro a su país.
Además crea una suscripción pública con tan buenos resultados que consigue que Jorge Averof, un griego millonario quien emigró a Alejandría siendo muy joven, corra con los gastos de la reconstrucción del estadio de Atenas.
Este modesto principio sería el origen del movimiento olímpico moderno.
A pesar del éxito inicial, el Movimiento Olímpico enfrentó tiempos difíciles, ya que los Juegos de 1900 y 1904 fueron absorbidos por las Ferias Mundiales en las mismas ciudades y recibieron poca atención.
Además, Coubertin dijo una vez que "Las mujeres sólo tienen una labor en el deporte: coronar a los campeones con guirnaldas".
Su hijo Jacques (1896-1952) se enfermó después de haber estado demasiado tiempo al sol cuando era un niño pequeño.
Marie y Pierre intentaron consolarse con dos sobrinos, pero fueron asesinados en el frente en la Primera Guerra Mundial.