Citius altius fortius

Es el lema de los Juegos Olímpicos desde sus comienzos en 1896 hasta la actualidad; con los cinco anillos de diferentes colores entrelazados y con la antorcha, simboliza el espíritu olímpico.

Henri Didon durante la inauguración en 1891 de un festival deportivo en su escuela arengaba a sus alumnos así: "Hoy, como les he dicho a los atletas de Albert le Grand, no sólo corremos por nosotros.

Tomamos los campos y bosques para ejercitar todos los dones que nuestro Padre celestial nos ha dado; todos los dones que podemos dominar entrenando más duro para correr más rápido, levantando nuestros ojos hacia las más altas posibilidades de los talentos que poseemos y ejercitando nuestras fortalezas y sacando aún más fuerza de nuestros equipos, individual y colectivamente.

Citius, altius, fortius -más rápido, más alto, más fuerte- para la gloria de Dios y el honor de su escuela.

Este es el lema de Albert le Grand, pero también es una llamada fresca a cada uno de ustedes para que den lo mejor de sí mientras corren hoy con sus hermanos en el deporte"[2]​ En 2021 al lema se le añadió la palabra "Communiter" (Juntos) "Citius, altius, fortius - Communiter" para representar la equidad, diversidad y la solidaridad del mundo después de la pandemia de COVID-19.

Citius altius fortius