Nobleza de Francia

[4]​[5]​[6]​[7]​ Aun así, los títulos auténticos anteriores que se transmitían regularmente se pueden reconocer como parte del nombre, luego de una petición al Departamento de Justicia.[9]​, cabe destacar que sus mayores peculiaridades era su estatura promedio, la cual no pasaba de 1.50 mts a las mujeres.La teoría no tuvo ninguna validez, pero ofreció un mito reconfortante para una empobrecida clase noble.[17]​ Las familias ricas encontraban oportunidades rápidas para pasar a la nobleza: a pesar de que, legalmente, no se podía comprar la nobleza, las tierras sujetas a derechos o títulos nobles sí se podían comprar y a menudo los plebeyos las compraban y adoptaban el uso del nombre o del título de la propiedad y se asumía, desde entonces, que eran nobles si podían encontrar una manera para eximirse de pagar la talla, al cual solo los plebeyos estaban sujetos.La mayoría de las actividades manuales y comerciales, como cultivar la tierra, estaban estrictamente prohibidas, aunque los nobles podían ganar dinero con sus tierras al operar minas, cristalerías y fundiciones.Si se perdía la nobleza a través de actividades prohibidas, se podía recuperar apenas detuvieran dichas actividades y al obtener cartas de «compensación».Finalmente, ciertas regiones como Brittany aplicaron estas reglas vagamente, lo que permitía a los nobles pobres labrar su propia tierra.Además, ciertos puestos eclesiásticos, civiles y militares estaban reservados para los nobles.En el comienzo de la Francia moderna, sin embargo, los nobles mantenían un gran número de privilegios señoriales sobre los campesinos libres que trabajaban las tierras que estaban bajo su control.Los nobles también podían cobrar la banalidad por el derecho a utilizar los molinos, los hornos o las prensas de vino del señor.Los nobles también mantenían ciertos derechos judiciales sobre sus vasallos; aunque, con el aumento del estado moderno, muchos de estos privilegios habían pasado al control estatal, lo que dejó a la nobleza rural únicamente con funciones policiales locales y con control judicial sobre las vulneraciones de sus derechos señoriales.[20]​ Hacia finales del siglo XVII, cualquier acto de protesta explícita o implícita se trataba como una forma de lèse-majesté y se le reprimía severamente.Una familia pudiente podía ganar entre 100000 y 150000 libras francesas al año, a pesar de que la mayoría de las familias prestigiosas podían ganar dos o tres veces más.En total, 250 familias conformaban este grupo y la mayoría vivía en París o en la corte.El tercer grupo eran 7000 familias cuyos ingresos estaban entre las 4000 y las 10000 libras anuales, lo que les permitía tener una vida cómoda.Esto no ocurrió inmediatamente, ya que se debía redactar, firmar, promulgar y publicar los decretos de aplicación en las provincias, por lo que aún se aplicaban ciertos derechos de los nobles en 1791.Ningún sistema de crédito se estableció para los pequeños agricultores y solo los individuos adinerados podían aprovechar la ley.La Declaración proclamó, en su primer artículo, que «los hombres nacen libres e iguales en derechos; las distinciones sociales solo pueden basarse en la utilidad general».[3]​ Napoleón estableció también un nuevo orden caballeresco en 1802, conocido como la Legión de Honor, el que aún existe, pero ya no es hereditario.La noción de gloria (ya sea, militar, artística, etc.) se veía dentro del contexto del modelo imperial romano; no se veía como algo vanidoso o jactancioso, sino que como un imperativo moral para las clases aristocráticas.También se les exigía que mostraran generosidad organizando fiestas lujosas y financiando las artes.Los valores aristocráticos tradicionales comenzaron a ser criticados a mediados del siglo XVII: Blaise Pascal, por ejemplo, brindó un análisis brutal del espectáculo del poder y François de La Rochefoucauld planteó que ningún acto humano, por generoso que fingiera ser, podía considerarse desinteresado.[cita requerida] Sin embargo, todas las familias nobles tenían un escudo de armas registrado.[cita requerida] Originalmente, su propósito era práctico y lo usaban los nobles y los funcionarios en la Edad Media para presionar y sellar la cera caliente con su escudo de armas para identificarse en cartas oficiales, pero esta función se degradó con el tiempo, a medida que más no-nobles los usaban por el estatus que les hacía percibir.En el uso contemporáneo, la posición hacia adentro es cada vez más común, aunque, tradicionalmente, algunas familias nobles usan esta posición para indicar que el portador está casado.[cita requerida].
Pierre d'Hozier (1592-1660), genealogista y juge d'armes de Francia, quien fue contratado para verificar la nobleza francesa
La abolición de los privilegios, relieve de Léopold Morice en el «Monumento a la República» en París
Un anillo de cuño con un escudo de armas