El caqui, también conocido como palo santo, es una fruta tropical que pertenece a la familia de las Ebanáceas.[2] Tiene un color anaranjado rojizo que recuerda al tomate, tiene una pulpa suculenta, dulce y gelatinosa.En el cultivo suelen utilizarse los tipos monoicos y solo pies femeninos para, mediante partenocarpia, evitar la formación de semillas.Actualmente los principales productores mundiales son China, España, Corea del Sur, Japón y Brasil.Desde hace varios años, se cultiva sistemáticamente en la comarca de la Ribera del Júcar (España) y en la ribera del Río Segura, donde ha llegado a sustituir un producto tan tradicional, aunque devaluado, como la naranja.El consumo de caquis es recomendable ya que contienen caroteno y criptoxantina, ambos ricos en vitamina A.Con su actividad antioxidante con efectos beneficiosos que disminuyen el riesgo de determinadas enfermedades degenerativas (cáncer, cataratas, problemas cardiovasculares, etc.).El beta caroteno se transforma en vitamina A en nuestro organismo conforme este lo necesita.Cuando está maduro, a principios de otoño, basta con partirlo horizontalmente y comérselo con cuchara.En el rojo brillante, una vez maduro, la pulpa cercana a la piel es gelatinosa y dulce como si de una mermelada se tratara, pero no empalaga.
Fruto de Caqui de la variedad japonesa 'Hachiya' en
Amanda A. Newton
, 1887