El Sturm und Drang (en español 'tormenta e ímpetu') fue un movimiento literario, que también tuvo sus manifestaciones en la música y las artes visuales, desarrollado en Alemania durante la segunda mitad del siglo XVIII.
Según él, Dios no había hablado a la Humanidad en la Biblia apelando a la razón, sino en imágenes y parábolas; por eso la poesía, la literatura, era "la lengua materna del género humano" y es de origen divino.
La literatura poseía, pues, un carácter prácticamente religioso, y también en el poeta veía en cierto modo un segundo creador.
El genio poético se destaca por "extraer de su sustancia una creación dramática tan natural, grande y original como los griegos hicieron con la suya".
La gran figura de este movimiento fue Goethe, quien escribió su primer drama importante, Götz von Berlichingen (1773), y su novela más representativa de esta corriente, Die Leiden des jungen Werthers, Las desventuras del joven Werther (1774).
La última figura importante fue Schiller, cuya Die Räuber y otras obras tempranas fueron también un preludio del Romanticismo.
Sus proposiciones artísticas son asustar, aturdir, dominar con emoción, énfasis extremo en lo irracional y aproximación subjetiva a todo el arte.