Mitsubishi

De este modo, compró muchas monedas locales y las vendió al gobierno central.Así, los administradores estadounidenses decretan la disolución del grupo,[1]​ con la prohibición expresa de reunificarse.Se impide también la existencia de vínculos financieros entre las empresas que habían pertenecido al grupo, e incluso su emblema es prohibido, si bien reaparecería progresivamente.Desde entonces, de manera oficial el único vínculo entre las distintas empresas del grupo es una antigua casa en la que regularmente se reúnen los presidentes para distribuir las subvenciones (autorizadas) a los partidos políticos y decidir qué filiales están autorizadas o no a llevar el nombre y el logotipo de Mitsubishi.Sin embargo, muy lentamente, aquí y allá se producen acercamientos o reagrupamientos entre las antiguas empresas del grupo.Las sociedades del grupo poseen una miríada de filiales y contratas que no llevan el nombre Mitsubishi.