Sus padres se residenciaron primero en Puerto Rico, pero poco antes de su nacimiento, regresan a Venezuela.
En 1844 adquiere, en sociedad con Carmelo Fernández, Rafael Meneses y Pedro Correa, la litografía de los alemanes Johann Heinrich Müller y Wilhelm Stapler, con lo cual se convierte en uno de los pioneros venezolanos del arte litográfico.
En 1852 se traslada a París, allí estudia en el taller de Léon Cogniet.
En 1872 participa en dos importantes exposiciones: en la Primera exposición anual de bellas artes venezolanas organizada por James Mudie Spence y Anton Goering en el Café del Ávila (Caracas) y en la Exposición internacional anual de obras selectas de bellas artes y arte industrial e inventos científicos en Londres.
La Batalla de Ayacucho solo concluyó un boceto, el cuadro fue finalmente pintado por Antonio Herrera Toro en 1906.
[9] Las tropas realistas derrotadas son ubicadas al fondo de la composición.
La enorme pintura fue realizada con la técnica marouflage, que consiste en pintar al óleo sobre lienzos que luego son adheridos a los muros, esto le permitió aprovechar totalmente la superficie cóncava de base elíptica de la cúpula.
La obra de Lovera pintada en 1837 pertenecía al Palacio Federal Legislativo y se sustituyó por la pintura de Tovar y Tovar, que se ubicó en el Salón Elíptico.