Mario Puzo

Puzo Recibió el Premio de la Academia al mejor guion adaptado por la primera película en 1972 y por la segunda parte en 1974.

Estas experiencias formativas contribuyeron a la capacidad de Puzo para crear narrativas cautivadoras que han dejado un impacto duradero en la literatura y el cine.

Estas experiencias le proporcionaron un rico trasfondo de desafíos reales, que luego exploraría en su escritura.

[4]​ Crecer en un vecindario predominantemente italoamericano sumergió a Puzo en la cultura, tradiciones y lenguaje de su herencia.

UU. Su servicio militar le expuso a diversos aspectos de la naturaleza humana y el conflicto, elementos que más tarde permeaban su escritura.

[6]​ Puzo se casó con una mujer de nacionalidad alemana, Erika Lina Broske, con quien tuvo cinco hijos.

Los diversos trabajos que desempeñó también le expusieron a diferentes estratos sociales y económicos, enriqueciendo su comprensión del comportamiento humano.

Esta fascinación es evidente en sus obras, particularmente en El Padrino, que se basa en figuras del crimen reales y relatos de la mafia.

Su capacidad para escribir historias cautivadoras con personajes ricos y tramas dramáticas le ayudó a ganar reconocimiento.

[16]​ Se ha señalado el influjo de Fiódor Dostoyevski en Puzo; lo cita frecuentemente, en particular Los hermanos Karamázov, en La arena sucia, Los tontos mueren, La cuarta K y Los Borgia.

La familia Corleone en El padrino se parece mucho a la familia Karamázov: un poderoso padre, un hijo mayor impulsivo, un hijo filosófico, otro de carácter dulce y abúlico, y un hijastro adoptado que se mantiene como un empleado.

Puzo dijo en alguna ocasión que su felicidad residía en una buena comida, practicar tenis, apostar jugando, mirar el techo de su casa durante horas y escribir.

Pese a entender perfectamente la naturaleza del mal, Puzo decía que la justicia debía ser una constante en la sociedad; sin embargo, estaba decepcionado de cómo se administraba en EE.

Todos sus cuentos con la excepción de The Last Christmas, fueron firmados con el seudónimo Mario Cleri