Posteriormente se embarcó en la expedición de Hernán Cortés, Garrido podría haber estado asociado con el conquistador Pedro Garrido, ya que era costumbre que los españoles diesen sus apellidos a sus auxiliares africanos, o con Juan Núñez Sedaño, de quien Bernal Díaz del Castillo comenta que venía acompañado de un negro debido a su gran riqueza.
[7] En esta segunda expedición viajaban también dos conquistadores mulatos que se unirían a ellos: el portugués Sebastián de Évora, descubridor del río Évora o Mocorito en Sinaloa, y la española Beatriz de Palacios.
Los consiguientes duelos no tuvieron lugar, ya que el mexica huyó, quizá tratando de llevarles a una emboscada.
[1] Dos años después, quizá desplazado de su puesto por su lealtad a Cortés durante los choques políticos, Garrido adquirió su propio grupo de esclavos negros y buscó oro en Zacatula, probablemente sin mucho éxito.
Murió doce años después, habiéndose casado y tenido tres hijos en algún momento.