El hombre elefante (película)

El hombre elefante (The Elephant Man) es una película britanoestadounidense de 1980 basada en la historia real de Joseph Merrick, llamado John Merrick en la película, un hombre gravemente deformado que vivió en Londres durante el siglo XIX.

El doctor Frederick Treves (Anthony Hopkins), un cirujano del Royal London Hospital, realiza una visita a un circo ambulante de época victoriana.

Convence a Bytes, pagando, para que le deje llevárselo al hospital.

Por la noche, Merrick recibe la visita del vigilante nocturno (Michael Elphick), que lo atemoriza y planea sacarle partido.

Merrick, abrumado por el cariño que recibe de sus anfitriones, les muestra su tesoro más preciado, una fotografía de su madre y expresa un pensamiento: «Yo debí ser una gran decepción para ella... ...si pudiera encontrarla y ella pudiera mirarme con amor, queridos amigos, aquí y ahora quizá me amaría tal como soy.

Más tarde, Merrick comienza a recibir visitas de la alta sociedad en su habitación, entre ellos, la célebre actriz Madge Kendal (Anne Bancroft).

Treves se angustia por esta idea y comienza a cuestionarse si ha hecho o no lo correcto.

Con la intervención del testigo sobre la crueldad y Treves, consumido por la culpa, toma medidas contra el vigilante nocturno ayudado por la señora Mothershead.

Merrick se escapa con la ayuda de sus compañeros del espectáculo y logra regresar a Londres.

Se recupera lentamente del incidente pero no así de su bronquitis crónica que empeora.

Esa noche, en el hospital, Merrick da las gracias a Treves por todo lo que ha hecho y acaba su maqueta de la catedral, firmándola con su nombre.

Un plano final va desde John Merrick, echado en su cama, hacia la cómoda donde está la Biblia y la foto de su madre, sigue la maqueta de la iglesia, y desde la iglesia, el plano llega a la ventana dando paso a un cielo estrellado.

En 1980, la compañía 20th Century Fox Records publicó en Estados Unidos la banda sonora original de la película en LP y en casete.

Roger Ebert dio 2 de 4 estrellas y escribió: «Seguí preguntándome qué estaba realmente tratando de decir la película sobre la condición humana reflejada por John Merrick, y seguí dibujando espacios en blanco.

[7]​ En el libro The Spectacle of Deformity: Freak Shows and Modern British Culture la autora Nadja Durbach describió la obra como «mucho más mordaz y moralizante de lo que uno esperaría del destacado realizador surrealista posmoderno» y «desvergonzadamente sentimental».