Atanasio Kircher

Cuando preparaba su vuelta a Nápoles, le sorprendió el terrible terremoto que destruyó la ciudad de Euphemia.Aficionado a la ciencia, inventor y coleccionista se le considera un erudito en diversos campos del saber en los que publicó diversos tratados: el estudio del chino, la escritura universal (Novum hoc inventum quo omnia mundi idiomata ad unum reducuntur, 1660) o el arte de cómo pensar.Destacó por su estudio sobre la lengua copta y su aplicación al desciframiento de los jeroglíficos egipcios, campo en el que pese a que se le consideraba un experto no logró ningún resultado válido llegando a publicar un libro lleno de presuntas traducciones sin valor.[cita requerida] Su fama como «experto» en jeroglíficos movería a uno de los primeros propietarios del Manuscrito Voynich, Georgius Barschius, a pensar en él como el único capaz de interpretar sus extraños caracteres: le escribió una carta, en 1637, en la que le pedía estudiara el texto y tratara de hallar una solución al problema; esta primera carta se ha perdido pero no parece que Kircher le haya dado ninguna importancia u obtenido algún resultado digno de mención.[cita requerida] En su obra del año 1671 Ars magna lucis et umbrae describe varios artilugios relacionados con la luz y las sombras, entre ellos varios diseños de relojes solares; fue una de las muchas contribuciones del siglo XVII a la gnomónica.
Los oídos de humano, vaca , caballo, perro, leopardo, gato, rata, cerdo, oveja y ganso ilustrados en Musurgia Universalis .
Musurgia universalis (1650).
Physiologia Kircheriana (1680).