Acanthaster planci

Los pies ambulacrales son táctiles y, aparte de su función locomotora, le sirven para percibir el entorno.

[3]​[4]​ Está provista de espinas por todo el cuerpo que le proporcionan una buena defensa contra sus depredadores.

[5]​ El contacto con sus espinas provoca un dolor vivo, que puede durar unas cuatro horas, náuseas y vómitos.

A menudo la región afectada alrededor del punto de contacto experimenta una fuerte inflamación con eritrema, cuyo edema puede durar varios días.

La operación se materializa trepando a un saliente alto del arrecife, entonces arquea el cuerpo, y los gametos son expulsados a través de cinco poros situados en la parte aboral del cuerpo, según ondea los brazos y mueve sus pies ambulacrales vigorosamente.

Para devorarlos evagina el estómago, sacándolo del cuerpo por la boca, y digiere los corales con sus secreciones, para absorberlos posteriormente.

Son conocidos predadores los peces Balistoides viridescens, Pseudobalistes flavimarginatus y Arothron hispidus, así como el gusano de fuego Pherecardia striata o la gamba arlequín Hymenocera picta.

[4]​ Esta especie presenta una amplia distribución en toda la región tropical indo-pacífica, desde las costas orientales africanas, el mar Rojo, pasando por el océano Índico, el océano Pacífico oeste, central, y hasta la costa de Panamá y la Isla Gorgona.

Este animal no es muy abundante, a lo que se suma la descontrolada captura por parte de coleccionistas.

A. planci desovando
Acanthaster planci . Detalle del estómago parcialmente evertido
A. planci con coloración inusual
A. planci en el mar Rojo.
Corona de espinas (Madagascar)
Acanthaster planci devorando corales en el arrecife Boulder, Gran Barrera de Arrecifes australiana. Los corales blancos de la imagen son los esqueletos de los corales, una vez que sus pólipos han sido comidos por la estrella de mar depredadora