Jean-Pierre Melville

Cuando tenía cinco años le regalaron por Navidades un proyector Pathé-Baby y, al año siguiente, una cámara tomavistas de 9,5 mm, con la que grababa a su familia.

Durante este conflicto apoyó a la Resistencia, hecho que le inspiraría en varias de sus películas.

Por eso, los jóvenes críticos de Cahiers du Cinéma consideraron a Jean-Pierre Melville como un autor completo.

Hasta 1961, año en que rodó Léon Morin, prêtre, Melville definiría su cine como «la búsqueda de un lenguaje».

Sus principales actores fetiche, a partir de esta nueva etapa, fueron Jean Paul Belmondo, Lino Ventura y Alain Delon, este último con el que Melville mantuvo una amistad más estrecha.

Otras figuras de las que se rodeó fueron Simone Signoret, Michel Piccoli, Stefania Sandrelli, François Périer, Yves Montand y Gian Maria Volonté.

Siempre ha quedado clara su influencia en directores posteriores como John Woo, Ringo Lam y Quentin Tarantino.