Félix María de Samaniego

De su entusiasmo por los enciclopedistas, con quienes tuvo contacto en su periplo por Francia, adquirió la afición por la crítica mordaz contra la política y la religión; se burló de los privilegios, y llegó a rechazar un cargo ofrecido por Floridablanca.

[5]​ Según Julio Caro Baroja, fue recluido "por una temporada" en el convento del Desierto, en Sestao, "por denuncias respecto a su irreverencia".

Pero, sin lugar a dudas, la más célebre y destacada contienda fue la que durante años sostuvo con Tomás de Iriarte, que había sido su amigo largo tiempo, contra quien escribió opúsculos como la "Carta apologética al señor Masson".

[7]​ Samaniego, que había publicado en 1781 su primera colección de fábulas, se irritó cuando Iriarte presentó la suya, publicada al año siguiente, como la «primera colección de fábulas enteramente originales».

Aunque las fábulas de Samaniego están escritas en verso, su carácter es prosaico, dados los asuntos que trata y su finalidad es didáctica.

Casa natal de Félix María de Samaniego en Laguardia .
Monumento a Félix María Samaniego en su localidad natal.