Bristol Britannia

Sin embargo, el modelo es considerado a menudo como el punto álgido del diseño de aviones comerciales propulsados por turbohélice, y resultó muy popular entre sus pasajeros, que le dieron el nombre de "The Whispering Giant" (susurrador gigante) por la inusual comodidad y silencio durante el vuelo.

Al mismo tiempo que, el 16 de agosto de 1952,[2]​[9]​ el primer prototipo levantó el vuelo, BOAC y Bristol decidieron abandonar la versión del Centaurus, ya que el modelo con turbohélices Proteus parecía más prometedor.

En esos momentos, el Britannia ya contaba con 90 plazas, y BOAC encargó 15 unidades de esa nueva Series 100.

Entre 1953 y 1954, tres Comet desaparecieron sin explicación aparente, motivo por el cual el Ministerio del Aire obligó al Britannia a pasar numerosas pruebas.

Todo esto hizo que el Britannia no entrase en servicio hasta febrero de 1957, fecha en que BOAC utilizó su primer Britannia 102 en la ruta desde Londres a Sudáfrica y un mes después, a Australia.

[15]​ A diferencia del Britannia, el Argus fue fabricado para aguantar y no para correr, por ello montaba motores Wright R-3350-32W de bajo consumo en altitudes bajas (algo extraño si se tiene en cuenta que el Napier Nomad fue expresamente diseñado para ese uso).

Catorce Type 175 se perdieron en accidentes, sumando un total de 365 víctimas mortales entre 1954 y 1980.

Bristol Britannia Acrux de la Real Fuerza Aérea En 1964.
Morro del segundo prototipo del Britannia (G-ALRX) en Bristol Aero Collection, Aeródromo de Kemble.