Industria del entretenimiento

[4]​ Pueden considerarse medios de producción cultural: Todos estos medios son elaborados buscando a la vez aumentar el consumo de sus objetos culturales, y pueden modificar los hábitos sociales, educar o informar.Pasear por la naturaleza siempre había sido una actividad de ocio -tópico locus amoenus-, y ascender montañas lo había sido al menos desde Petrarca -ascensión al Mont Ventoux, 1336-; pero el alpinismo y el excursionismo nacen en el siglo XIX como consecuencia de la sociedad industrial.La práctica del deporte (sport -de disport, "buscar diversión"-)[5]​ comenzó a ser una alternativa de ocio a las formas de vida cada vez más sedentarias; mientras que los espectáculos deportivos se convirtieron en convocatorias multitudinarias que se seguían tanto en directo como en sus retransmisiones y en las crónicas periodísticas.Dos innovaciones tecnológicas de finales del siglo XIX, el cine y el automóvil, se difundieron con gran rapidez.El cine se convirtió en el primer gran espectáculo de masas global; posteriormente, lo fueron la radio (desde los años 1920) y la televisión (segunda mitad del siglo XX).Con el cierre de la actividad regular algunas productoras han cedido material a los hospitales[10]​ y gran número de creadores, actores y bailarines han acudido al mundo digital, en especial a las redes sociales, para respaldar las diversas iniciativas sociales,[11]​ reivindicar el sector[12]​ o simplemente aportar nuevo contenido cultural y seguir haciendo arte.En Los Estados Unidos, Billboard Hot 100 es el conteo que promueve la venta de la música nacional, los resultados se dan por la venta y popularidad de la canción semana tras semana, publicando los resultados en la revista Billboard.Adicionalmente, Billboard 200 es una lista publicada semanalmente que muestra a los 200 álbumes más vendidos en el país durante la semana en curso.Las frecuentes encuestas y sondeos realizados por firmas especializadas, entre las que sobresale Nielsen, son el único método utilizado para medir el éxito comercial de una producción televisiva.La llamada "revolución digital" ha producido un mercado cada vez más transnacional que ha causado dificultades a los gobiernos, las empresas, las industrias y los individuos, mientras todos intentan mantenerse al día."[27]​ Otros efectos derivados del cambio probablemente incluirán los que afectan la arquitectura pública, como hospitales y hogares de ancianos, donde la televisión, considerada un servicio esencial de entretenimiento para pacientes y residentes, necesitará ser reemplazada por acceso a internet.[33]​ La "mayor diversidad en las formas en que las señales pueden ser recibidas y empaquetadas para el espectador, a través de la televisión terrestre, satelital o por cable, y, por supuesto, a través de Internet", también afecta los lugares de entretenimiento, como los estadios deportivos, que ahora deben ser diseñados para que tanto las audiencias en vivo como las remotas puedan interactuar de manera cada vez más sofisticada – ; por ejemplo, las audiencias pueden "ver resúmenes, consultar estadísticas", "comprar boletos y mercancía" y, en general, "acceder a los recursos del estadio en cualquier momento del día o la noche".Por ejemplo, la posibilidad y la popularidad del contenido generado por los usuarios, en contraste con el producto comercial, crea un "modelo de audiencia en red [que] hace obsoleta la programación".La narración de historias, la música, el teatro, la danza y los juegos son reconociblemente los mismos que en siglos anteriores.
Torre de televisión en Almaty , Kazajistán (construida en 1983)