Con el cierre de la actividad regular algunas productoras han cedido material a los hospitales[2] y gran número de creadores, actores y bailarines han acudido al mundo digital, en especial a las redes sociales, para respaldar las diversas iniciativas sociales,[3] reivindicar el sector[4] o simplemente aportar nuevo contenido cultural y seguir haciendo arte.
Las artes escénicas junto con la música pertenecen a lo que se conoce como artes en vivo, es decir, aquellas cuya principal actividad –tanto artística como económica– se produce y tiene sentido en la confluencia de unos intérpretes y una audiencia en un mismo espacio físico.
[9] A nivel compañías se suspendieron los ensayos presenciales[10] y muchas producciones perdieron actuaciones ya contratadas.
[17] Por otro lado existen ya se están barajando algunas medidas, tanto a nivel municipal[18] como regional o nacional para alargar la temporada teatral de manera de recuperar algunas actuaciones suspendidas.
Este 2020 la alarma sanitaria por coronavirus ha coincidido con el Día mundial del teatro siendo el primer 27 de marzo desde el inicio de su creación en 1961 que este no se ha podido celebrar con obras y actos reivindicativos en directo.
Muchos creadores han optado por comenzar a producir material en redes sociales y existen producciones que directamente se han lanzado en línea, como es el caso de Perdido en Rusia: estreno teatral cancelado y enviado a streaming; o The Lovebirds cuyol estreno teatral se canceló y se baraja que será lanzado próximamente en Netflix en una fecha aún por determinar.