Apropiación cultural

[8]​[9]​[10]​[11]​[12]​ En diversas ocasiones, cuando el significado original de algunos elementos culturales se pierde o se distorsiona, personas pertenecientes a las respectivas culturas suelen ver estos actos como irrespetuosos o incluso como una forma de profanación.

[16]​ El profesor, escritor y músico afroamericano Greg Tate entiende que la apropiación y la “fervorización” de una cultura, de hecho, alinea a aquellas personas cuya cultura está siendo apropiada.

Debido a su controversia, la apropiación cultural ha sido desde siempre un sujeto de debate.

Sin embargo, las culturas existentes hoy en día son en sí mismas, producto de la apropiación cultural.

Los defensores de la apropiación cultural la consideran benigna y, a la vez, beneficiosa para ambas culturas, pues valoran aspectos como la diversidad, la difusión tecnológica o la empatía entre culturas, ejemplos de sus beneficios.

Además, la fusión entre culturas ha supuesto la creación del sushi japonés moderno o la gastronomía chino-estadounidense, y ambas han argumentado que reflejan la su identidad cultural.

George Lipsitz, teórico sobre culturas y razas, empleó el término "estrategia antiesencialista" para referirse al uso calculado y conciso de un elemento cultural, para definirte a ti mismo a tu grupo.

Algunos ejemplos, pueden incluir a equipos deportivos que utilizan nombres tribales nativo-americanos, llevar joyería o ropa con símbolos religiosos como los capos de guerra[15]​ o ruedas medicinales sin creer en esas religiones.

Además afirman que existe un mayor riesgo cuando las ceremonias la llevan a cabo no nativos, suponiendo las muertes y/o accidentes en 1996, 2002 y 2004, especialmente en 2009.

Como otras muchas modas francesas, estas fueron apropiadas por los cortesanos de la Era Barroca británica y europea.

Se suele argumentar que estas prácticas mantienen una relación de poder entre la cultura dominante y la cultura indígena, y podría llegar a considerarse una forma de imperialismo cultural.

Mientras que casi todas la tribus nativo-americanas se oponen a su representación mediante mascotas deportivas, solo una aprueba explícitamente esta clase de uso.

La palabra wigger o wigga es un término coloquial que hace referencia a una persona blanca que trata de imitar las costumbres, lenguaje, gestos y moda asociados la cultura afroamericana, en concreto el hip hop.

A principios de los años 2000, era muy popular entre los jóvenes blancos los tatuajes en escritura devanagari, en coreano o en japonés, en muchas ocasiones desconociendo su auténtico significado.

Los tatuadores asiáticos respondieron a esta forma de apropiación cultural tatuando frases ofensivas o graciosas en sus clientes.

No obstante, esta actitud se produjo con más amplitud y variedad en Occidente, con el proceso de globalización que va desde la era de los descubrimientos al comercio globalizado actual, pasando por el colonialismo.

Gracias al exotismo que se genera en un mundo globalizado y mayormente capitalista, comienzan a crearse productos culturales que orillan hacia la capitalización de costumbres y tradiciones de culturas específicas.

Esto genera que las culturas se conviertan en productos destinados al consumo de potenciales apropiadores culturales dañinos.

Al convertir una particularidad en producto para consumo ajeno a la comunidad pueden desaparecer las cargas culturales que las rodean.

Varios colectivos han denunciado el uso del concepto para amparar actitudes xenófobas y atacar fenómenos como el sincretismo cultural y el intercambio cultural realizados por las embajadas y grupos de fomento culturales de varios países, denunciando que el término apropiación cultural se usa como excusa para imponer actitudes racistas en contra de las culturas foráneas a la angloesfera.

Capo de guerra.