Zoilo

Varios autores griegos y romanos lo citaron, aunque resta aclarar si los muy diversos detalles y acciones que se le atribuyen pertenecen a una o varias personas realmente.

Las alegorías homéricas le imputan calumnias, sacrilegios y lo tratan de vil esclavo universalmente aborrecido o despreciado: este testimonio sería el más antiguo si fuera realmente de Heráclides Póntico, a quien se le han atribuido las alegorías durante mucho tiempo, aunque erróneamente.

Así figura entre los oradores de segundo nivel, cuya elocuencia es muy estimada en la Atenas clásica.

Sin embargo, puede ser que se trate de mero lenguaje figurado con el fin de ultrajar la memoria y el genio del poeta.

Con fina ironía y para escarnio de pedantes, Cervantes lo incluyó en prólogo del Quijote: "De todo esto ha de carecer mi libro, porque ni tengo qué acotar en el margen, ni qué anotar en el fin, ni menos sé qué autores sigo en él, para ponerlos al principio, como hacen todos, por las letras del A B C, comenzando en Aristóteles y acabando en Xenofonte y en Zoilo o Zeuxis, aunque fue maldiciente el uno y pintor el otro".