Se ha sugerido un posible origen común, aludiendo al pájaro legendario de la mitología india, Garuda, aunque no hay razones sólidas que vinculen a ambas criaturas.
[2] Esta criatura mitológica consiste en un ave de gran tamaño color escarlata, parecida a un fénix.
Esta teoría profética floreció durante la dinastía Han y su significado simbólico también se amplió.
[2] Durante los siglos posteriores, las creencias niponas relacionadas con la astrología disminuyeron, así como la adoración de los cuatro símbolos.
[4] Al igual que con los otros tres Símbolos, existen siete «Mansiones» astronómicas (posiciones de la Luna) en el Ave Bermellón.
En el caso nipón, hasta la restauración Meiji los mapas celestes, así como la mayoría de las observaciones astronómicas, estaban definidos por la adivinación y los calendarios astrológicos.
Cada uno de estos «pabellones celestiales» contaba con siete sei shuku, a veces referido como «logias lunares».
[7] Los orígenes de la relación entre los cuatro animales legendarios y los mapas astrales no son claros.
En China, esta asociación podría tener unos 2400 años de antigüedad, pero otras fuentes la estiman anterior.
En el archipiélago nipón su existencia se probó en al menos el siglo VII, con excavaciones en los kofun Takamatsuzuka y Kitora.
En su mayor parte, los pueblos que empleaban a los cuatro animales celestes estaban ubicadas en el hemisferio norte.
[7] Una posible anomalía en la trayectoria posicional del sol consiste en que parece moverse en dirección opuesta a las asociaciones estacionales de primavera y otoño.
Como el sistema de los veintiocho sei shuku se creó hace unos diecisiete o dieciocho milenios, hay poca evidencia arqueológica y ninguna prueba escrita que indique que este tipo de sistema estaba en uso en una época tan temprana.
[7] Los cuatro animales de los pabellones celestes, con sus sei shuku asociados, posiblemente se emplearon junto a la dirección hacia la cual apuntaba el mango de la Osa Mayor (a menudo referida como las «siete estrellas del norte» en China, Corea y Japón).
[7] Suzaku, también llamado Astro-EII, fue un satélite japonés-estadounidense diseñado para observar fuentes de rayos X celestes.
Suzaku estaba equipado con instrumentos de rayos X para estudiar los plasmas calientes que se producen en los cúmulos estelares, en torno a los agujeros negros y en otras regiones.