Zazie en el metro (película)

Turandot se ve obligado a escabullirse y, cuando Gabriel regresa del trabajo, tras varias copas le cuenta lo sucedido.

Para recompensar su curiosidad sobre ella, le cuenta cómo su madre mató a su padre horriblemente con un hacha, pero fue absuelta.

Sintiendo que el extraño también está demasiado interesado en ella, recoge sus jeans y se va.

Se producen diversas aventuras y malentendidos, especialmente en lo alto de la Torre Eiffel.

Mientras camina con Zazie, todavía molestándolo por su orientación sexual, los dos atraen la atención de una viuda demasiado elegante, Mouaque.

Cuando las chicas alemanas se lanzan sobre Gabriel y lo arrastran hasta su autobús, ella encuentra a un policía para denunciar este secuestro.

El policía, llamado Trouscaillon, que es idéntico al hombre que anteriormente acusó a Gabriel de proxenetismo y sexo ilegal, se convierte inmediatamente en el objeto del deseo de Mouaque.

En el club, Gabriel pide champán para sus amigos y espera ansiosamente su disfraz.

Al despertar, Zazie dice que sus experiencias la han hecho un poco más adulta.

Afuera, todas las escaleras mecánicas del metro se ponen en marcha porque la huelga ha terminado.

Su idea fue recibida con silencio, y fue entonces cuando Klein se dio cuenta de que codirigir sería imposible.

[2]​ Bosley Crowther la llamó "un elaborado ejercicio francés de dadaísmo cinematográfico" y añadió: "El problema (¡una palabra suave para describirlo!)

Fue la primera película que quise estudiar y volver a ver; despertó mi interés por la realización cinematográfica".