Esta novela fue el primer gran éxito de Queneau, y le mereció algunos premios literarios.
[3] La novela ha sido descrita como "Una novela efervescente, delirante, extremadamente parisina, en la que el absurdo y la energía conducen a soluciones inesperadas, a giros sorpresivos que no tienen encaje ni en la realidad ni en el sueño".
Zazie es una joven traviesa, y que no presta demasiada atención a las convenciones morales.
La novela en cierta medida también es una consideración sobre la existencia humana y el escapar del tiempo.
Si bien por su estructura la novela a primera vista parecería ser lineal, al adentrarse en detalles se percibe una escritura y construcción circulares, con algunos paralelos a las técnicas usadas por Proust, Joyce y Faulkner.