William O. Jenkins

Su ámbito empresarial abarcó las ramas textil, azucarera, alcohol, la industria del cine, entre muchas otras.

[2]​[3]​ Un supuesto autoplagio cuyo rescate se solicitó siendo agente consular del gobierno de los Estados Unidos creó un conflicto directo entre este país y México.

Su actuación como empresario en el aspecto moral es altamente controvertida y motivo de debate hoy en día.

[4]​ No se saben los datos sobre sus primeros años, solo que llega a Aguascalientes en 1901 acompañado de su esposa Mary Street, y trabaja como mecánico en los ferrocarriles por 50 centavos al día.

[cita requerida]} El general era acérrimo enemigo del presidente Venustiano Carranza y pedía por Jenkins un rescate en oro de 300 mil pesos.

El móvil era causar un conflicto con los Estados Unidos que buscaban cualquier pretexto para invadir a México.

Los detractores de Gil alegaron que Jenkins le negó dinero al periodista quien en respuesta publicó la versión del autoplagio.

Con un costo total reportado de 250 mil dólares, se trató en ese momento de la casa más grande en esa ciudad californiana y la cual contaba con 14 habitaciones, así como un garage y habitaciones para la servidumbre alejados del edificio principal.

Por los siguientes 10 años, la familia Jenkins ocupó muy poco la propiedad; para 1936, casi en el abandono, fue comprada por Paul Getty quien dejó que continuara deteriorándose.

Al inicio de la Ley seca en los Estados Unidos, Jenkins asume el negocio azucarero y del alcohol.

Cuando llegó la época del presidente expropiador Lázaro Cárdenas, las tierras azucareras de Jenkins estaban en su lista, pero él astutamente las cedió al gobierno.

Pero más tarde confesaría a un amigo: «Salí bien librado, pues aún obtengo mi azúcar dado que yo financio las cosechas de los campesinos».

[5]​ Efectivamente la expropiación del ingenio fue mejor para Jenkins, pues seguía siendo dueño absoluto de la molienda.

El grupo continuó construyendo y adquiriendo salas de cine por toda la República hasta controlar el 80% de los cines del país, así como la misma producción cinematográfica nacional a la que financiaba casi en su totalidad.

Cines Coliseo y Variedades, formaron parte de la gran cadena de cines a nivel nacional que conformaron la "Compañía Operadora de Teatros, S.A." propiedad de William O. Jenkins.
Centro de Convenciones Puebla William O. Jenkins, en la ciudad de Puebla.