Wilhelm von Gloeden

Su padre, Hermann von Gloeden (1820–1862), que murió a una edad temprana, era un alto funcionario[1]​ al servicio del Gran Duque de Mecklemburgo-Schwerin.Su madre, Charlotte, ya había estado casada con anterioridad, pero tras enviudar del padre de Gloeden, se volvió a casar por tercera vez en 1864, esta vez con un político conservador y periodista llamado Wilhelm Joachim von Hammerstein.[3]​ El punto de referencia familiar más importante para él sería siempre su media hermana Sofía Raabe, fruto del primer matrimonio de la madre, quien lo acompañaría luego durante años y hasta su muerte en Sicilia.Por recomendación de su amigo el pintor Otto Geleng (1843–1939), que había vivido con anterioridad allí, y buscando climas benignos para su salud, viaja a Italia en 1877.En esa altura von Gloeden era un hombre rico, ya que su padrastro, por aquella época, era consejero del Kaiser.Cuando llegó a Taormina se alojó inicialmente en el Hotel Victoria, pero pronto compró una casa cerca de Santo Doménico.Cuando se mira su cara salvajemente hermosa, con nariz corta, cejas extrañamente elevadas, parece que uno está viendo a un fauno de tiempo inmemorial”[14]​ La fortuna del barón le permitía vivir según su inclinación siguiendo los cánones del esteticismo: en su caserón recibe a invitados en una atmósfera de lujo decadentista.A cambio el duque pidió que, como pago, Wilhelm le enviara dibujos y fotografías de la isla.Recibe premios internacionales y algunas personalidades de prestigio, como Oscar Wilde (que lo visita en diciembre de 1897), Richard Strauss, Jacques d’Adelswärd-Fersen, Anatole France, Marconi, el poderoso industrial alemán Krupp lo visitan en su estudio.Según Peyreffite, von Gloeden tenía un gran encanto personal que le permitía relacionarse con al gentes sencillas de la isla, que pronto empezaron a llamarle 'Gugliemo', el equivalente italiano de William.Esto, unido a una gran generosidad, hizo que las gentes del lugar prefirieran ignorar sus fiestas nocturnas, aunque en ellas estuvieran involucrados sus propios hijos.Los años que siguieron al conflicto europeo fueron prósperos para el Barón, pues aunque ya fotografió poco, -sus últimas fotos son de 1930, cuando ya tenía 74 años-, continuó haciendo copias nuevas de las placas que formaban su voluminoso archivo.Según refiere Peyrefitte[18]​ en su novela sobre el barón, tras un viaje a la isla en los años cuarenta del siglo pasado, la tumba del artista "tiene de eterno decorado las montañas de Sicilia y el mar Jónico.No obstante conseguiría ser declarado inocente en el juicio que siguió en un tribunal de Mesina (1939-1941).Por eso buscó siempre realizar composiciones preciosistas, en las que cuidaba los encuadres, la puesta en escena, los modelos y la iluminación natural.A pesar de todo, no consta que el Barón llegase a realizar fotografía de contenido pornográfico, como si lo hizo con seguridad Vincenzo Galdi y, tal vez, su primo von Plüschow.Famoso en su época, su obra fue posteriormente silenciada durante muchas décadas, para resurgir (ayudada inicialmente por la novela de Peyreffite) en los últimos tiempos como "el más importante artista visual gay anterior a la Primera guerra mundial", según Thomas Waugh.
Casa y estudio de Wilhelm von Gloeden en Taormina.
Le tre grazie .
Von Gloeden: El teatro griego de Taormina .