Después de la Independencia , Argentina estableció un sistema electoral mediante voto cantado o voto verbal que dio lugar a un sistema abiertamente fraudulento en el que los hacendados y caudillos locales obligaban a las personas que se encontraban bajo su poder a votar por los candidatos de su elección.
El principal partido opositor, la Unión Cívica Radical, realizó tres levantamientos cívico-militares entre 1890 y 1905 para anular el sistema de voto cantado.
En 1910 Hipólito Yrigoyen, líder de la UCR, y el recién elegido presidente Roque Sáenz Peña del oficialista Partido Autonomista Nacional, pactaron la sanción de una ley electoral que garantizara el voto secreto.
[cita requerida] Los hacendados y políticos conservadores se opusieron abiertamente a establecer un sistema electoral con voto secreto.
Finalmente, el sector progresista del Partido Autonomista Nacional conducido por Roque Sáenz Peña y Carlos Pellegrini, impuso la mayoría que llevó a la sanción en 1912 de la Ley N.º 8.871, conocida como Ley Sáenz Peña, que estableció el voto universal, secreto y obligatorio para varones, que se considera como momento de inicio de la democracia en Argentina.