Virgen de la Leche

Esta representación ha tenido diversos desarrollos en el arte sacro, como lo es la pintura, la escultura y la particular iconografía de la Iglesia Ortodoxa.

[1]​ La Gruta de la Leche es un lugar en Belén, muy cercano a la Basílica de la Natividad, donde la tradición dice que la Virgen amamantó al Niño, y una gota se derramó sobre una roca, que cambió su color, haciéndose blanca.

El santuario levantado en este lugar es utilizado por las mujeres que piden a la Virgen les mejore la calidad de su leche materna.

Fue particularmente utilizado por la Escuela de Siena del Trecento (siglo XIV), pero se difundió por toda Europa Occidental.

[10]​ Hasta tal punto era demandada esta iconografía, que se incorporaba como elemento central de escenas evangélicas como la Huida a Egipto (representada habitualmente en un entorno natural, donde el grupo familiar se toma un "descanso" para que el Niño se amamante -de ahí la denominación "reposo" y "Virgen del Reposo"-[11]​) o de composiciones que incluyen a la Sagrada Familia o de la Virgen con santos.

Bernardo de Claraval recibe leche del pecho de la Virgen María. La escena según la leyenda sucedió en la catedral de Espira en 1146.
Representación de Ramón de Mur , 1415.
Icono ruso del siglo XVIII .