Villa romana del Ramalete

Hoy, como conjunto arqueológico, está situada en el municipio de Tudela, Navarra.

Está exactamente en la orilla derecha del río Ebro, en el tramo navarro entre Castejón y Tudela.

El descubrimiento se produjo casualmente durante los trabajos de labranza que realizaba la familia Carasusan en su propiedad.

La excavación rápidamente dio como resultado el hallazgo del mosaico del pavimento de la habitación número cinco, que fue hallada a la media hora de empezar la excavación.

Así “la excavación en el Soto del Ramalete fue corta y precaria pues se limitó a excavar las dependencias más suntuosas de la misma, ya que se localizaba en unos terrenos agrícolas privados junto a la margen derecha del Ebro que tras la finalización de los trabajos arqueológicos siguieron explotándose en régimen de regadío”.

La Villa del Soto del Ramalete se puede clasificar como una villa urbano-rústica, debido a que reúne espacios de utilidad doméstico-utilitaria y ambientes de habitación señorial.

El contexto en el que aparece la villa del Ramalete es un contexto en el cual “la parte occidental del Imperio experimentó un paulatino proceso de traspaso del tradicional evergetismo altoimperial en las ciudades a una fuerte inversión privada en aquellas posesiones territoriales (fundi) que la aristocracia había ido adquiriendo en espacios rurales o semiurbanos.

Debido a esto, es muy posible que en la villa del Ramalete se construyera un muro de contención.

[8]​ En cuanto a la relación de la villa con ciudades, aunque no tengamos fuentes que nos indiquen de sus contactos, muy probablemente, como toda villa en la antigüedad, estuvo en contacto con ciudades cercanas a ellas.

Ramón Barenas Alonso apunta a que sí hubo una vinculación con la antigua Graccurris.

La estructura de la villa del Ramalete se suele dividir especialmente en dos conjuntos: las habitaciones y las termas.

Para los excavadores la zona termal es una clara evidencia de que en ella se concentraron los mayores esfuerzos constructivos.

La zona termal incluye las habitaciones 2 (caldarium), 3 (tepidarium) y 4 (frigidarium), que están caldeadas con hipocaustos.

Parece que el destino de las habitaciones termales fue funcionar como unas termas privadas.

El Caldarium o baño caliente tiene un espacio rectangular pequeño en comparación con las otras habitaciones.

Sobre esta cámara descansaba la suspensura, formada por baldosas cuadradas que tenían 60 centímetros en cada y 7 centímetros de grueso, que apoyadas por sus cuatro ángulos sobre las pilae cubrían el espacio en junta perfecta.

En esta habitación, según los excavadores, se apreciaban restos de pinturas murales.

El tepidarium, al contrario que las otras habitaciones de la zona termal, no tiene piscina.

La otra abertura era para que saliera el aire caliente y la traspasase a la habitación 4, o frigidarium.

En comparación con las otras habitaciones de la zona termal, el frigidarium no tenía tubos para calentar las paredes, el aire caliente que llegaría aquí y a la piscina tendría un escaso poder calorífico.

Al contrario que las termas, el grupo de las habitaciones no ha sido tan estudiado debido a que el estudio se centró sobre todo en los hipocaustos y los mosaicos.

Al parecer las paredes estaban pintadas con formas de rombos y flores que arrancaban desde el suelo, lo que hizo pensar a sus excavadores la existencia de un piso más profundo del cual no pudieron excavar.

Pero aun así se sabe que el conjunto situado al sudeste (habitaciones 13-18) pertenecía a la parte rústica “en el que parecen verse los recintos destinados al almacenaje, cría de ganado, establos, industrias agrícolas, etc.”.

[13]​ Los mosaicos que se encontraron en la villa, sólo estaban en las habitaciones cinco, siete y ocho.

La composición está encuadrada en un recuadro que cuyo elemento más destacado es una trenza sencilla.

Para los excavadores “la figura del pez, como ya indicamos, se sale de los convencionalismos generalmente admitidos en el arte romano”.

A continuación hay un gran círculo, compuesto por una guirnalda, que se continúa hacia el interior en forma de doble guirnalda de hojas, que se entrelazan dejando en el centro un gran medallón circular y en torno suyo otros ocho más pequeños, así como otros tantos espacios hexagonales.

La indumentaria del cazador es una túnica corta dejando sus piernas desnudas y resaltando sus botas.

Para el jarrón de la habitación número cinco se ha dicho que, según los excavadores, “tiene sin duda un sentido simbólico alusivo a la fecundidad y prosperidad propiciadas para la casa y sus habitantes”.

Este pintado demuestra la existencia de un piso más profundo, pero que no pudo ser excavado hasta ahora.

Estado de la habitación n.º 2 al ser excavada. Fotos Arch José E. Uranga° 8.
Estado de la habitación n.º 2 al ser excavada (foto: José E. Uranga)
Perspectiva del hipocausto y del baño de la habitación número 2 (Taracena y Vázquez de Parga, 1949)
Perspectiva del hipocausto y del baño de la habitación número 2 (Taracena y Vázquez de Parga, 1949)
Estado de la habitación número 4 al ser descubierta. Fotos Arch. José E. Uranga
Estado de la habitación número 4 al ser descubierta. Fotos Arch. José E. Uranga
Grupo de habitaciones de la villa romana del Ramalete
Grupo de habitaciones de la villa romana del Ramalete
Habitación 5 de la villa del Ramalete. Tudela Navarra
Mosaico de la habitación 7 de la villa del Ramalete, añado elementos para ver el tamaño del mosaico
Mosaico de la habitación 8 de la villa del Ramalete, Tudela Navarra.
Parte rústica de la villa romana del Ramalete
El mosaico de la habitación número 8 en la inauguración del Museo de Navarra. Foto: Archivo Institución Príncipe de Viana.
El mosaico de la habitación número 8 en la inauguración del Museo de Navarra (foto: Archivo Institución Príncipe de Viana)
Mosaico de la habitación nº7. Foto de Carole Raddato.
Mosaico de la habitación n.º 7
Dulcitius. Foto: José E. Uranga
Dulcitius . Foto: José E. Uranga
Detalle central del mosaico de la habitación número 8. Foto de Garikoitz Estornés Zubizarreta, Museo de Navarra.
Detalle central del mosaico de la habitación n.º 8. Foto de Garikoitz Estornés Zubizarreta, Museo de Navarra .
Cerámica encontrada en la villa del Ramalete. Fotos Arch. José E. Uranga.
Cerámica encontrada en la villa del Ramalete. Fotos Arch. José E. Uranga.