Esta villa romana se situaba estratégicamente en el Itinerario Antonino A-25, entre Augusta Emerita (Mérida) y Caesaraugusta (Zaragoza), en la vega del río Henares, zona muy fértil para la agricultura.
Al cristianizarse en el siglo V aparecen nuevas estructuras, una basílica y una necrópolis (denominada actualmente de "Los Afligidos", por el nombre del camino más próximo) en la que se han desenterrado unas cien sepulturas visigodas de los siglos VI y VII.
Se destinaban a los espectáculos circenses por todo Imperio Romano, en especial en el Circo Máximo de Roma.
El mosaico esta datado entre los últimos años del siglo III y principios del IV d. C. Su diseño se compone de un campo geométrico periférico, y un emblema central en el que se representa un auriga, con gesto vencedor, sobre un carro tirado por caballos.
[2] El estudio de este yacimiento arqueológico se inició en 1970, y las excavaciones duraron hasta 1990.