Construida a mediados del siglo XVIII por el célebre arquitecto Ferdinando Fuga, a finales del mismo siglo fue adquirida por el rey Fernando IV de Nápoles, convirtiéndose en residencia real.
La academia se trasladó al monasterio de San Severino en Nápoles en 1799.
[1] En estos primeros años del siglo XIX, la villa alcanzó su máximo lujo en cuanto a decoración y mobiliario.
La entrada se efectuaba por la gran escalinata posterior en forma de semicírculo.
La planta baja se encontraba dividida por un gran salón oval abovedado situado en el eje central.
Bajo el dominio francés, la recién renovada Villa Favorita no registró grandes intervenciones, al contrario que el vecino Palacio Real de Portici.
[9] Leopoldo realizó grandes transformaciones en toda la propiedad a partir de 1825.
[9] Entre las atracciones del parque había un carrusel, un carrusel colgado, un balancín simple y otro doble, una noria o "stella", una "flota aérea" (especie de barcos colgados que se elevaban) o una "Ruote dei Campi Elisi" (noria individual).
[11] En 2016 se abrió al público el recién restaurado "Parco sul Mare" y el "casino de Zezza", la parte de la propiedad vendida en 1936 y que desde los años 80 se encontraba gestionada por la Fundación Ente Villas Vesubianas.