[3] Victoriano mismo se presentó a las autoridades y fue detenido en la cárcel de Penonomé.
Por su inteligencia se desempeñó como auxiliar, pasando a ser secretario de oficiales.
Ante las injusticias e iniquidades cometidas por los gamonales locales contra la población indígena, en 1900 apoyó al bando liberal contra el gobierno central conservador en la Guerra de los Mil Días que se extendió por toda Colombia.
La influencia que ejercía entre los indígenas le convirtieron en el jefe más peligroso de la rebelión, pues atraía cada vez más hacia sus filas al resto de los desheredados.
El líder intentó fugarse en Nochebuena, pero fue recapturado a las pocas horas.
El gobierno colombiano, temeroso de que el guerrillero panameño fuera puesto en libertad, decidió que fuese condenado a muerte, presentándolo como un malhechor.
Al día siguiente, Sicard Briceño ordenó que Lorenzo fuera sometido a un Consejo de Guerra.
A las 13:00 de tal día, se fijaron los carteles reglamentarios anunciando el Consejo.
Algunos jueces como José Segundo Ruiz eran enemigos mortales y confesos de Victoriano Lorenzo.
Entre la instalación del Consejo de Guerra y el fusilamiento, apenas transcurrieron 27 horas.