Victoria Díez Bustos de Molina

Desde muy joven destaca en ella su entrega a los demás y profunda manifestación de fe.

En 1925 se estableció la Institución Teresiana en Sevilla con una academia internado para estudiantes de Magisterio denominada «Santa Teresa».

Después de su incorporación a la Institución Teresiana, Victoria se quedó en Sevilla preparando oposiciones y dando clase en la Academia-Inernado.

Tras ganar las oposiciones en 1927 fue destinada a Cheles (Badajoz) en que estuvo tan sólo un curso.

Allí mejoró la escuela local, organizó la biblioteca, luchó contra el absentismo escolar trabajando con grupos de niñas y las jóvenes del pueblo llevando sus métodos pedagógicos renovados: excursiones al campo, cantos, actividades con las alumnas y labores.

[1][2][3] En la madrugada del día 12 de agosto, Victoria fue conducida junto con 17 hombres a las afueras del pueblo para emprender una marcha de 12 km sin vuelta posible, en la que Victoria alienta a los hombres: Ánimo, adelante, Cristo nos espera.

Llegado su turno los ejecutores le dan la opción de salvar su vida gritando "viva el comunismo!".