Viaje de la Alcubilla

Desde el siglo XIV (1399) el viaje de la Alcubilla proporcionaba un caudal medio diario de 80 m³/día,[3]​ el segundo en volumen tras el del Alto Abroñigal, y transportaba «aguas finas», es decir, con poco contenido salino.

Desde su nacimiento en el valle de la Alcubilla de la dehesa de Chamartín,[5]​ discurría en suave pendiente hasta la glorieta de Cuatro Caminos, donde se dividía en dos ramales, uno iba por la calle de Santa Engracia hasta la plaza de Santa Bárbara, y el otro se dirigía a la glorieta de Quevedo, donde nuevamente se dividía en otros dos ramales más, el que bajaba por San Bernardo y el que seguía por Fuencarral.

[9]​ Y en los trabajos de ampliación del aparcamiento subterráneo de Barceló realizados entre los años 2005-2006 se localizó un nuevo pozo de noria que también perteneció al complejo del antiguo hospicio.

En el interior del pozo se localizó una galería de ladrillo que debe corresponder al viaje de agua que surtía el pozo.

[9]​ Del mismo modo en el año 2011 durante la realización de unas obras en la calle Mejía Lequerica, en el tramo comprendido entre Apodaca y Barceló se localizó un tramo de acueducto formado por arcos rebajados realizados en ladrillo, datable según sus investigadores entre los siglos XVI - XVIIII, que pudiera pertenecer bien al viaje de agua de Alcubilla, bien al de la Fuente Castellana.

Llave del viaje de agua de la Castellana y Alcubilla. Museo de Historia de Madrid