Para los gases se emplea preferentemente el término "emisión" (aunque también puede hablarse de "vertido de gases a la atmósfera"); mientras que para los residuos sólidos es habitual emplear el término "vertido", particularmente cuando el destino es un "vertedero".[1] Sinónimo de "verter" es "derramar", y "derrame", entre otras acepciones, es "aquello que se sale y pierde de los líquidos por defecto o rotura de los vasos que los contienen."[2] Los vertidos se dan como consecuencia de la actividad humana, su impacto sobre el medio ambiente es negativo y debe ser minimizado por medio de medidas correctoras adecuadas (gestión de residuos).[3] [4][5] Los vertidos urbanos, o aguas negras, se caracterizan por su contaminación orgánica (fecal), disuelta o suspendida, que se mide en su conjunto (sin discriminar compuestos específicos) por su demanda química de oxígeno (DQO) y su demanda biológica de oxígeno (DBO).La tipología de los vertidos industriales es muy variada según el tipo de industria, y deben depurarse antes de ser vertidos a colector urbano (sobre todo, para eliminar posibles tóxicos para el tratamiento biológico de la depuradora urbana que se encuentra al final del colector), y más aún si han de ser vertidos directamente a cauce.