Las referencias contemporáneas[1] identifican la estatua de culto en el templo por el escultor griego, Arkesilaos.
Del original perdido de bronce se derivan todas las copias sobrevivientes.
La composición era frontal,[3] la forma monumental del cuerpo, y en las réplicas romanas supervivientes sus proporciones son cercanas al canon de Policleto.
En Roma, la figura ideal de una divinidad a menudo se podía adaptar ligeramente (aquí, por ejemplo, el chitón cubre el pecho) y se le podía poner una cabeza hecha por separado.
Estos también se ven en los retratos póstumos de Agripina la Mayor, que nos permite fechar esta estatua hasta en el segundo cuarto del siglo I d. C..