Primero fueron los gobiernos liberales que representaban a la burguesía guayaquileña, que cayeron en 1925 durante la Revolución Juliana; luego llegó al poder la facción liberal dominada por militares y reformistas, cuyo gobierno fue derrocado en 1931; por último estaban los terratenientes conservadores de la Sierra, que fueron derrotados un año después durante la Guerra de los cuatro días.
[1] El velasquismo alcanzó un nivel de popularidad en el país que nunca antes alcanzaron otras figuras históricas calificadas de caudillos, como José María Urbina, Gabriel García Moreno o Eloy Alfaro.
[2] En relación con su ideología política, el velasquismo nunca contó con una posición definida y, durante sus años en el poder, Velasco Ibarra concretó alianzas de hecho con sectores opuestos del espectro político.
Del otro lado, a pesar de haberse posicionado siempre como opositores del velasquismo, algunos sectores socialistas y comunistas terminaron dándole un apoyo tácito ante el peligro de candidatos pertenecientes al conservadurismo extremo, como Camilo Ponce Enríquez, o representantes de la burguesía liberal.
[1] La forma de hacer política del expresidente Abdalá Bucaram también ha sido comparada con el velasquismo.