Expresamente diseñado para su uso en ultramar, todo su historial de servicio radicó en las posesiones españolas del Pacífico, en las islas Filipinas y su entorno.En esta ocasión al Velasco le acompañaban las mencionadas Vencedora y Sirena, más el Arayak.Tras la expedición de castigo contra los piratas, quedaron en la estación naval el aviso Marqués del Duero y el Arayak.La idea era establecer una estación en Yap en la zona occidental del archipiélago y otra en el sector oriental en Ponape para reafirmar la soberanía española sobre las islas.[2] Sus calderas estaban en tierra siendo reparadas y su armemento había sido trasladado a la batería de la isla del Caballo.