Don Antonio de Ulloa (1883)

Poco después de completarse, fue designado para su envío a las Islas Carolinas durante la crisis que por esos territorios mantuvo España con el Imperio Alemán.

A comienzos del año 1890 fue destinado a las islas Filipinas como reemplazo del Gravina, perdido en un tifón con los cruceros Castilla y Don Juan de Austria.

Estos tres buques fueron apodados como la “escuadra negra”, al llegar pintados de negro en vez del blanco reglamentario para los buques coloniales.

El Don Antonio de Ulloa tomó parte activa en las acciones militares contra los insurgentes filipinos durante el periodo 1896-1897.

Al finalizar la guerra, el pecio del Ulloa fue reflotado y vendido como chatarra para su desguace.