El valor de uso es la aptitud que posee un objeto para satisfacer una necesidad.
Este valor está compuesto, en la producción capitalista, por el capital constante (medios de producción) consumido y el capital variable (valor de la fuerza de trabajo) en la producción de mercancías y la plusvalía o valor excedente producido por el obrero y apropiado gratuitamente por el capitalista.
Es posible plantear una definición para la expresión "valor y uso del patrimonio cultural".
Dicha definición estaría caracterizada por el grado de importancia que concedemos a determinadas cosas, ideas o bienes heredados y la utilidad que les damos ya sea en el desarrollo individual o colectivo.
Por otro lado, el historiador Josep Ballart plantea que "las situaciones reales de atribución de valor podrán, pues, contemplarse enmarcadas en las tres categorías de referencia, pero para que todo ello funcione hará falta prever un contexto económico que las englobe (…) donde los usos diferentes del patrimonio, incluidos los puramente contemplativos, son valorados en dinero".