VIII Concilio de Toledo

También asistieron personalidades seculares con voz y voto por primera vez, concretamente dieciséis condes palatinos.

Entre los asistentes figuraba el obispo de Calahorra, Gavinio, que ya había asistido al IV Concilio.

Recesvinto no tardó en contestar, reconociendo la codicia de los reyes anteriores y el expolio del pueblo en beneficio de la monarquía, aunque no reconoció expresamente los cargos hechos contra su padre.

El acceso al trono debía efectuarse en Toledo o, en su defecto, en el lugar donde hubiera muerto el rey anterior.

El rey debería ser un defensor de la fe católica frente a herejes y judíos.