Escribió otra novela, Un filme, 3000 metres, y muchas recopilaciones de cuentos: Drames rurals (1902), Caires vius (1907), Contrallums (1930) o Jubileu (1951).[1]De regreso, llegó a ser alcalde de la Escala y diputado provincial en diferentes legislaturas.[5] Se suscribió a La Renaixença y colaboró en el Esquella de la Torratxa.Se dio a conocer en el ámbito literario con su verdadero nombre de Caterina Albert en los Juegos Florales de Olot el 1898, donde la premiaron al mejor poema El llibre nou y un monólogo titulado La Infanticida.[1][8] Su éxito más grande se debió a la novela Solitud ("Soledad", 1905), encuadrada dentro del modernismo catalán y que ha pasado a ser un clásico de la literatura catalana moderna.El corpus narrativo se presenta coherente y cohesionado a través de diversos ejes temáticos como la locura, la violencia, el tratamiento del entorno, el destino.