Publicado originalmente en marzo de 1927, fue una obra muy leída y sus ideas promovidas por otros muchos autores, en particular J. B. Priestley.
De todo ello Dunne postuló nuestra existencia en dos niveles, tanto dentro como fuera del tiempo, lo que sugiere la idea de la inmortalidad que figura en sus libros posteriores The New Immortality y Nothing Dies.
Las otras páginas, mientras existen simultáneamente con la que estamos leyendo, permanecen fuera de nuestra conciencia.
Propone que los observadores deben situarse en entornos donde la conciencia podría ser liberada mejor, y luego, inmediatamente después de despertar, anotar los recuerdos de lo que se había soñado, junto con la fecha.
En un momento posterior estas notas deberían ser exploradas, trazándose posibles conexiones entre ellas y los acontecimientos de la vida real que se produjeron después de que las notas hubieran sido escritas.
El análisis estadístico estaba en aquella época en sus principios y no se pudo hacer ningún cálculo del significado de los acontecimientos recogidos.
Carl Gustav Jung cita a J. W. Dunne en su obra Sincronicidad como principio de conexiones acausales.
Bohm, quien llamó a una revolución en la conciencia humana para liberarnos del viejo, newtoniano, mecanicista entendimiento del universo, incluso planteó que a través de una transformación de la conciencia el tiempo podría posiblemente dejar de existir en la forma en que lo percibimos ahora (cf., "Más allá del tiempo" por Jiddu Krishnamurti y David Bohm).
[7] Un experimento con el tiempo es referenciado en el libro Sidetripping de William S. Burroughs y Charles Gatewood.
La película también investiga los aspectos del libro a través del estilo de la filmación, en el que la historia es narrada al revés, con cada secuencia inicial comenzando minutos u horas antes de la que la precede en la narrativa.