Twitter Files

[16]​ Musk declaró más tarde que no había leído los documentos antes de entregarlos a Taibbi y Weiss.

[7]​ Baker había sido previamente consejero general del FBI e investigó la presunta interferencia rusa en las elecciones de 2016.

[22]​ La segunda entrega abordó lo que Musk y otros han descrito como el baneo en la sombra de algunos usuarios.

La sexta entrega describió cómo el FBI se puso en contacto con Twitter para sugerir que se tomaran medidas contra varias cuentas por supuestamente difundir desinformación electoral.

[29]​ Twitter, junto con Facebook, implementaron medidas para impedir que sus usuarios compartieran enlaces a la historia, y Twitter impuso además un bloqueo temporal en las cuentas del New York Post y la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, citando violaciones de sus reglas contra publicaciones con contenido pirateado.

La decisión generó protestas por parte del entonces presidente Trump y de los conservadores, quienes la consideraron políticamente motivada.

[31]​ Los documentos arrojaron luz sobre un debate interno sobre si Twitter debería evitar que se compartiera la historia, y los líderes argumentaron que caía dentro de la prohibición de la empresa sobre materiales pirateados.

[33]​ Días después, Dorsey revocó la decisión, calificándola de "error",[1]​ y Twitter actualizó su política de materiales pirateados para establecer que se permitirían noticias sobre materiales pirateados, pero con una advertencia contextual.

[36]​ La empresa utiliza el término "filtrado de visibilidad" para referirse a estas prácticas, así como al filtrado generado por el usuario, como cuando un usuario bloquea o silencia otra cuenta.

[37]​ Weiss no reveló cuántas cuentas en general fueron desamplificadas ni las ideas políticas específicas de quienes lo fueron,[45]​ y esta falta de contexto dificultó extraer conclusiones sobre el asunto.

Esas comunicaciones incluyen solicitudes del FBI y otras agencias para determinar si un tuit en particular violó las políticas contra la manipulación electoral.

Según Weiss, el exjefe de Asuntos Legales, Políticas y Confianza Vijaya Gadde disintió, sugiriendo que los tuits eran como "silbatos para perros" para futura violencia política.

#safetyfirst" y "Por cada comentario negativo en esta publicación, estoy agregando otro voto para los demócratas".

También informó que Twitter no siempre tomaba medidas contra los tuits y las cuentas marcadas por el FBI.

Roth escribió en una discusión interna sobre la historia del Post que debido a "los GRAVES riesgos aquí y las elecciones de 2016", Twitter debería aplicar una advertencia a la historia y evitar que "sea amplificada".

Musk afirmó en un tuit que este pago es una prueba de que el gobierno de Estados Unidos sobornó a la empresa "para censurar información del público".

Muchas de las cuentas no revelaron su afiliación con el ejército y se hicieron pasar por usuarios comunes.

Taibbi calificó el trabajo de AAD como una "mezcla de macartismo digital y fraude que causó un gran daño a la política y la cultura estadounidenses".

[64]​ Sinnenberg señaló que en 2018 la AAD ya había explicado cómo, contrariamente a los informes de los medios, no rastreaban los bots.

Él resume señalando que aunque Hamilton 68 era "una herramienta imperfecta...llamarlo macartismo o fraudulento parece hiperbólico por parte de Taibbi".

La Casa Blanca pidió a Twitter que eliminara un tuit de la personalidad de televisión Chrissy Teigen que insultaba al presidente Trump, pero Twitter se negó a hacerlo.

El objetivo era controlar la supuesta desinformación sobre el COVID que incluía el uso indebido de información verdadera para favorecer los tropos de información errónea: "Si bien las historias reales individuales sobre los efectos secundarios negativos de la vacuna no se trataron como información errónea o desinformación, podrían etiquetarse como 'información errónea' si se consideraba que exageraban o engañaban a las personas", dijeron los investigadores.

Un exagente que ayudó a dirigir el trabajo de la oficina con las empresas de redes sociales dijo: "Nunca acudiríamos a una empresa para decirles que deben silenciar esta historia".

Esto incluyó una acusación de que estaba sexualizando a niños.

Esta amenaza fue expresada en forma general, y los empleados de Twitter se comprometieron a firmar indicando que entendían.

[26]​ Mehdi Hasan de MSNBC criticó a Taibbi en Twitter por supuestamente realizar relaciones públicas para Musk; Taibbi respondió preguntando cuántos de sus críticos "han publicado historias para fuentes anónimas en el FBI, la CIA, el Pentágono y la Casa Blanca".

[38]​ Después del primer hilo de Weiss, Caleb Ecarma de Vanity Fair escribió que aún se desconocía cuántas cuentas habían sido "prohibidas en la sombra", cómo habían sido seleccionadas y cuáles eran sus creencias políticas.

Señaló sin evidencias que varios usuarios prominentes de izquierda y antifascistas habían sido supuestamente "prohibidos" bajo Musk, mientras que él había "reintegrado" a varios usuarios prominentes de derecha prohibidos.

[88]​ Ted Rall, del Wall Street Journal, preguntó: "¿No pueden ambas partes respaldar la libertad de expresión?".

[90]​ CNN entrevistó a seis ejecutivos de tecnología y altos gerentes, así como a varios funcionarios federales familiarizados con el asunto, quienes dijeron que el FBI no le había dado a Twitter ninguna directiva para suprimir la historia de la computadora portátil de Hunter Biden.

El periodista Matt Taibbi , quien publicó la primera entrega de los documentos.
Letreros que dicen "Detengan el robo" y "Que les corten la cabeza", fotografiados el día del asalto.
Una horca erigida por los asaltantes del Capitolio.
El autor Michael Shellenberger, quien publicó la cuarta y séptima entrega.