Debe su nombre a Tudor Gruffydd Trevor (1865–1958), inspector de minas del distrito de Pretoria, donde se encontró el mineral.
Esencialmente es opaco, aunque los fragmentos más finos son transparentes.
Es frágil y de fractura desigual: su rotura produce pequeños fragmentos concoidales.
En el área mediterránea, este mineral está presente en Agios Konstantinos (Ática Oriental, Grecia).
Asimismo, aparece en la formación de Hatrurim, en el desierto del Negev (Israel).