Por lo general, están equipados con vagones de ferrocarril armados con cañones y ametralladoras.
[cita requerida] Los primeros trenes acorazados entraron en servicio durante el siglo XIX, siendo utilizados por ambos bandos durante la guerra de Secesión de Estados Unidos (1861-1865) al resultar medios confiables para transportar tropas como verdaderos vehículos fortificados, protegidos con gruesas placas de hierro y acero, y que además podían servir en ataques contra posiciones enemigas si se les agregaba artillería ligera, por lo cual participaron del lado del ejército unionista en el asedio de Vicksburg.
A comienzos del siglo XX el Imperio ruso empleó varios trenes acorazados durante la guerra ruso-japonesa.
[4] Como resultado, los convoyes militares evolucionaron desde los iniciales vagones protegidos por sacos terreros hasta los trenes fuertemente armados y blindados producidos por los ingenieros navales.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los trenes blindados perdieron importancia táctica debido a ser muy vulnerables al avión de bombardeo, además que al desplazarse siempre usando rieles podían ser rápidamente inutilizados por la moderna artillería, aunque no desaparecieron del todo.
Hacia el final de la Guerra Fría, ambas superpotencias comenzaron a desarrollar misiles balísticos intercontinentales montados en trenes acorazados; los soviéticos desplegaron el misil SS-24 en 1987, pero los costos presupuestarios y la cambiante situación internacional llevaron a la cancelación del programa.
Un tren acorazado compuesto por dos locomotoras diésel que impulsaban ocho vagones diferentes, que transportaban armamento antiaéreo y carga desconocida, apoyó el flanco sur de la invasión rusa de Ucrania en 2022.
Posteriormente se informó con más detalle sobre un tren blindado ruso llamado Yenisei utilizado en Ucrania; estaba compuesto por dos locomotoras y ocho vagones.