Tratado de Briones
En ella Carlos II de Navarra debía romper la alianza militar que tenía con Inglaterra, que no habría de tener alianzas matrimoniales con la misma y que se prohibiría el paso por Navarra de cualquier enemigo para Castilla.[1][2] Cuando Enrique II de Castilla logra asegurarse el trono, reclama las plazas ocupadas añadiendo Tudején, Laguardia y la Sonsierra.[3] Aceptada la intermediación del legado pontificio, el cardenal Guido de Bolonia[4] por ambas partes, el 4 de agosto de 1373, se pronuncia el arbitraje zanjando las diferencias entre Castilla y Navarra que, al mismo tiempo, establecía una alianza entre ambos reinos.Finalmente el 3 de octubre se completó el arbitraje estableciendo que Fitero y Tudején, reclamados por Castilla, debían continuar en manos de Navarra.Este último apresó al infante navarro y ordenó el embargo de las posesiones navarras en Francia, salvándose sólo el inexpugnable Cherburgo.